La supuesta “falta de transparencia” imputada por los americanos al gobierno dominicano es una media verdad ofensiva.

Pocos países del mundo han avanzado tanto, tan rápidamente, como este en materia de transparentar el gasto oficial, socializar y consensuar la políticas públicas y dejar atrás un pesado fardo de tradición fullera en el manejo presupuestario.

Basta ver en Internet cómo casi todas las dependencias públicas publican sus gastos, nóminas, concursos de compras, ejecución de proyectos, etc.

Evidentemente falta mucho para alcanzar el ideal, pero es innegable cuánto hemos progresado y que existe voluntad política para seguir p’alante.

En lo que quizás hace falta más transparencia es en el manejo de los partidos políticos, con más y mejor democracia interna, y en los negocios privados, con más participación de accionistas minoritarios y mejores prácticas de gobernanza corporativa. Unir propósitos entre políticos y empresarios quizás convenga más al país que seguir enchinchando con temores infundados.