¿Recuerdan el país del periodista Ceroles, la isleña república de Farafangana? Pues he recibido noticias de allá. Me cuentan que en Cabo Viernes, la capital, la “Sociedad Teosófica de Santa Liliana la Bizca”, dedicada a obras de caridad, acaba de abrir un curioso concurso.

Ofrecen un millón de dólares a cualquiera que presente tres ediciones consecutivas del principal diario de ese país en las que no aparezca ninguna fotografía de su director.

Una señora alborozada creyó haber logrado la hazaña pero al revisar bien encontraron la imagen del insigne editor ¡nada menos que en un crucigrama!

La Asociación Psiquiátrica Farafangana, al conocer del concurso, opinó que tan enfermos están los teosóficos que se ocupan del narcisismo ajeno como el fotogénico promotor de sí mismo.

Pero la Sociedad Intercaribeña de Polimórficos (SIP, “nop” confundir con la otra SIP) sólo rió, un prodigio institucional, lo cual tiene aún asombrados a los psiquiatras… ¿Risa institucional? ¡Sólo en Farafangana!