Desdeñosa campaña

Desdeñosa campaña

Desdeñosa campaña

No entusiasma ni llena de fervor o esperanzas este tiempo de precampaña electoral que estamos viviendo los dominicanos.  Desorden, anarquía y un despilfarro descomunal de millones de pesos, cada cuatro años para seguir en el mismo camino.  Aunque para ser sincera, este país, vive en un estado permanente de procesos, cambios, adaptaciones e improvisaciones electorales.

Poca oferta atractiva. Más de lo mismo, con nombres diferentes pero amparados bajo el mismo paraguas partidista.  Como siempre he dicho, partidos estos, donde todos desean ser presidentes, imponen sus criterios y compran conciencias y almas. Sin dejar de decir, que son ya grupúsculos gastados, prostituidos y añejados.

De los candidatos, que presumiblemente llevan la delantera, porque no creo en encuestas, ninguno me llama la atención. Uno porque ya está visto, y muy visto su falta de tacto, profesionalidad y saber estar en el manejo de la cosa pública. Unido esto, a una permisividad rampante de actos dolosos durante su mandato, a inicios de este siglo. El otro, por así decirlo, es un títere del jefe del partido al cual representa. Un hombre, ecuánime, inteligente pero con falta de carisma y que tiene la responsabilidad de resarcir la decepción que el pueblo dominicano tiene de su partido,  para que puedan votar por él.

Hemos sido testigos, de asuntos turbios  que uno y otro bando sacan a flote meses previos al día de las elecciones. Conductas típicas, basada en argumentos, engaños y con el único propósito de desviar la atención de los ciudadanos, de un lado o del otro. Marear y aburrir.

En realidad, no sabemos cuál es el peor de los partidos mayoritarios que están enfrascados desde hace tiempo en esta batalla electoral, que tendrá su desenlace en mayo. Mientras tanto, aparte de los chismes y trapos sucios que ambos sacan a relucir, no han faltado los típicos tránsfugas de partidos, que salen corriendo cuando dentro de sus mismos partidos, ni hablan de ellos, por una simple e importante cuestión de asegurar, sus habichuelas para los próximos cuatro años.

 Por otra parte, los silencios de siempre tan comprometidos cuando alguien  grita o denuncia una mala conducta. También, periodistas o seudos-periodistas, pagados por los distintos partidos para hablar bien o mal, del adversario, defender lo indefendible (como siempre), y pedir “borrón y cuenta nueva”,  sin dejar de mencionar las caravanas altisonantes e innecesarias, la publicidad engañosa con sloganes y contenido edulcorados, mal elaborados  y de poca clase. Y por si fuera poco, las alianzas con otros grupúsculos y dirigentes, antes odiados y ahora queridos. Desfachatez y poca vergüenza.

En fin, que estamos condenados como país a vivir en una constante anarquía electoral, con muchos enfermos y poca medicina. Vivimos restregándonos en el lodo de los partidos de siempre, embadurnados todos de corrupción gubernamental sin paragón, de expedientes y casos pendientes de justicia, de hombres y mujeres que van por la vida, dignificando su imagen de “próceres” de la patria, cuando no son más que otros tantos, vividores de la misma. 

Qué falta de memoria tiene este pueblo………….de seguir apostando a lo mismo..!!!!



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