Las inundaciones, tormentas, ciclones y demás fenómenos naturales no parecen ser originados por la humanidad. Es no es un dogma.

Por el contrario, muchos países sufrimos los embates y las consecuentes desgracias humanas, crisis alimentaria, de salud, de techo y tantas otras que tornan en más vulnerables aun las poblaciones y lugares de mayor concentración de pobreza y marginación, por la depredación humana y la falta del Estado en la prevención efectiva de las desgracias.

La debilidad de las infraestructuras construidas en en zonas de peligro, el desmoronamiento de puentes, carreteras, el rápido crecimiento de la población de manera descontrolada, las precariedades de la gente que habita en zonas rurales y suburbanas y el ataque constante a los ecosistemas por actividades económicas, hacen del nuestro un país con muchos niveles de fragilidad frente a la furia de la naturaleza, causada muchas veces por el hombre.

Es importante conocer los factores de riesgos que generan pérdidas humanas. De ahí que sea necesario la revisión y el fortalecimiento de los planes de prevención para hacer frente con menores niveles de daños causados por los fenómenos atmosféricos que nos pueden afectar.

Sé que hay un Comité Nacional de Emergencias que hace su papel. Pero, ¿está preparado este y cuenta con los recursos necesarios para prevenir fenómenos y evitar y disminuir los daños a las personas y propiedades, sobre todo en los lugares de mayor riesgo?

No podemos seguir permitiendo que comunidades enteras sigan siendo afectadas por falta de planificación efectiva. Las normas y condiciones mínimas de construcción no pueden ser ignoradas.

Hoy la tecnología puede evitar y contener los altos flujos de agua.

Es costoso, pero eso unido a políticas públicas que busquen proteger la vida de personas en situación de vulnerabilidad, evitará mayores daños.

La República Dominicana es uno de los países del mundo con mayores probabilidades de ser afectado severamente por eventos del clima. Ocupamos la posición número 8 ( Global ClimateRiskIndex 2013).

El gobierno debe evitar que los daños sean mayores como un componente integral de la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible. No es posible evitarlos completamente, pero sí disminuir los efectos de los sucesos lamentables que con demasiada frecuencia llevan a una situación de crisis a nuestro país.