Desarrollo, muro y frontera II

Desarrollo, muro y frontera II

Desarrollo, muro y frontera II

Con la amplia carretera, con su línea fronteriza central y su desarrollo natural a su condición de vía de comunicación, no es mucho ni muy grande el sacrificio ni la inversión del Estado para lograr el desarrollo de la frontera, pues ya existen estructuras de desarrollo en toda la franja, solo que están encerradas entre montañas, y sin acceso, no pueden explotarse.

Solo llegar de Pedernales a Elías Piña por esa carretera permite gozar del placer de observar a Haití allá abajo desde las alturas de La Altagracia, Banano, permitiendo haber disfrutado de un baño en el Mulito.

Si se continúa a Dajabón, desde donde pasando por la Loma de Río Blanco se puede observar Juana Méndez, Puerto Príncipe, y siguiendo a Montecristi, la belleza del lago hasta llegar Al Morro y sus hermosas faldas y playas, lo que además de aumentar el conocimiento histórico y geográfico de los andantes dominicanos y turistas visitantes nos acerca a cada momento a un reencuentro histórico y cultural con nosotros mismos, que se inicia con el conocimiento de las pirámides.

También nos permite entender el porqué de cada estación y hacernos un alto para preguntar, ¿cuántos empresarios habrán establecidos paradores, posadas, terrazas o colmados en el trayecto? y le sumamos el beneficio para las Fuerzas Armadas, en su papel de defensoras de la soberanía, que con solo dos patrullas motorizadas saliendo cada hora en ambas direcciones norte-sur y sur-norte, más su tecnología y experiencia, el trabajo invertido se traducirá en beneficio de nuestros esforzados hombres de armas, lo que nos facilita por igual darnos cuenta que el desarrollo habría llegado en forma natural a la frontera, convertida en el verdadero muro que todos necesitamos y aplaudimos.

El resto es todo ganancia para ambos países.

*Por Juan Cuevas



Etiquetas

Noticias Relacionadas