El país cuenta con un suministro de agua potable con un alto índice de calidad entre los países de la región, pero esto no implica que no pasemos, durante el año por momentos de gran dificultad.

Hace poco la dirección de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) anunció con gran dramatismo que importantes asentamientos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo podrían quedarse sin el suministro de agua.
El suministro del agua quedaría reducido en un 20 por ciento en 40 sectores.

El racionamiento se mantendría por dos semanas. Periodo que coincide, afortunadamente, con Semana Santa, cuando se produce el éxodo mayor de los ciudadanos a diversos lugares de diversión.

Independientemente de esa situación, en los hogares de la capital y Santo Domingo queda una inmensa mayoría de la población, y que consume agua en sus compromisos cotidianos.

Sin embargo, ese uso debe hacerse de manera prudente. La CAASD, apelando a la sensibilidad de los dominicanos, llamó a la población a dar un uso racional al agua potable y reportar escasez y fugas en cualquier punto de la ciudad donde se produzcan.