Santo Domingo.-Al doblar la curva de las tres primeras décadas de su vida, el toletero David Ortiz se dio cuenta de que la única fórmula correcta para extender su carrera como beisbolista profesional al menos hasta los 40 años de edad, “era poner en práctica un cambio radical a mi estilo de vida”.

El estelar bateador designado de los Medias Rojas de Boston reveló que la otra cosa que aprendió temprano en su carrera fue a utilizar correctamente sus facultades para pensar (cerebro) y a trabajar en perfeccionar al máximo posible la extraordinaria habilidad con que lo dotó el divino creador: batear.

Cerebro y bateo

“Ese siempre he sido yo, mucho cerebro y un gran bateador. Ah, eso lo complemento perfectamente con mi dedicación al trabajo en este juego”, señaló el jugador dominicano ayer durante el anuncio de su tradicional clásico de golf de celebridades ‘David Ortiz’, evento benéfico cuya octava versión se jugará entre el 3 y el 6 de diciembre en el hotel Santuary de Cap Cana, en Punta Cana.

Los fondos recaudados en el certamen serán destinados a los programas del Fondo Para la Niñez David Ortiz.
Dijo que conoce a la perfección su cuerpo y que eso le ha ayudado a mantenerse siendo un jugador productivo al llegar a la edad de los 40.

“Desde que pasé de los 30 años (33 o 34) me dije que sólo cambiándolo todo extendería mi carrera hasta donde ha llegado”, expresa.

“Cambié desde la hora de dormir hasta como alimentarme, o sea toda mi rutina de vida, lo cambié todo”, agregó David.

Disciplina

Expresó que “obviamente no podía seguir haciendo hacer las cosas que hacemos los jugadores a los 20 años, ya que mi cuerpo y pasión por lo que hago me demostraron que debía cambiar para ser duradero”.

Consideró que esa debe ser una pauta a seguir para los jugadores jóvenes, ya que la disciplina y el trabajo siempre rinden buenos divididendos.

“Trabajar con dedicación y pasión por lo que hacemos es la clave del éxito”, señaló el toletero.

Agradece al Escogido

Ortiz, quien inició su carrera en la pelota dominicana con los Leones del Escogido, dice que toda la vida agradecerá a ese club la oportunidad que le dieron cuando era un mozalbete.

“En esos tiempos aprendí lo que hacían los Sammy Sosa, Raúl Mondesí, Gerónimo Berroa, entre otros, para ser unos verdaderos caballos. Toda esa experiencia me ha ayudado mucho a lo largo de mi carrera en Grandes Ligas y el chance de estar ahí se lo debo al Escogido”, dijo.