Cuidado con eso

Cuidado con eso

Cuidado con eso

Hay en el país lugares y ambientes sanos para el esparcimiento y la diversión de toda la familia. Están abiertos y forman parte de los lugares públicos que dispone el Estado para que el pueblo pueda gozar con seguridad y apego a las leyes que protegen esos espacios de todo tipo de contaminación.

Antes de la existencia de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente no había forma de poner control a los abusos de negocios y vecinos desaprensivos. A altas horas de la noche se escuchaba música que escandalizaba y, sobre todo, perturbaba la paz en barrios y residenciales.

A la Procuraduría General de la República llegó una propuesta que deberá ser examinada con mucho cuidado. La llevó una comisión de comerciantes con el propósito de impulsar, desde allí, el consentimiento para que pueda crearse lo que ellos llaman “zonas de tolerancia musical”.

No es el momento de empezar a retroceder en cuanto a la aplicación de la Ley. Hay que pensar, si se aceptaran dichas “zonas de tolerancia musical” lo que vendría conjuntamente con la música.

Estaríamos dándole más elementos de perturbación a la sociedad dominicana, más espacios sin control; y, sobre todo, más libertad para el consumo de bebidas que son perjudiciales para la salud. Somos partidarios de que haya lugares de diversión, pero bajo control estricto, con tolerancia cero a toda intentona de dañar el medio ambiente.



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