Según el diccionario, la persistencia es: la firmeza y constancia en la manera de ser o de obrar. también es el ingrediente fundamental para lograr cualquier objetivo que nos planteemos sin importar lo grande o lo pequeño que sea.

Cuando somos persistentes en nuestros propósitos podemos determinar cuáles son nuestras debilidades y desarrollar diversas estrategias que nos ayuden a vencer las posibles barreras que se presentan a lo largo del camino.

Esta aptitud ayuda a suplir otras carencias que van desde la falta de conocimiento hasta la falta de experiencia.

Saber que tenemos unas metas y reconocer lo que no tenemos facilita la elaboración de un plan y gracias a la persistencia lo podemos ir perfeccionando hasta hacernos maestros en la materia y lograr ese objetivo.

Hoy, por ejemplo, mi computadora no quiso trabajar, pero yo soy más persistente que ella y comprometida con mis lectores, y al igual que otras veces tuve que pasar más tiempo del deseado escribiendo en la “tablet”. Al final logré mi objetivo.

Entregar mi artículo a la editora, quien tuvo la paciencia de esperarme.

Entonces, ¿cuáles fueron mis destrezas aplicadas hoy? Persistir en buscar diferentes herramientas que facilitaran cumplir mi compromiso, relacionarme más con un aparato que no me es familiar como procesador de palabras, pero además trabajé con mi paciencia.

Cuando somos persistentes, ejercitamos y desarrollamos otras habilidades que quizás ignoramos que tenemos.
Solo recuérdate a ti mismo que sí puedes, porque has podido otras muchas cosas y emprende el aprendizaje inmediatamente.

¿Y tú? Escríbeme y cuéntame qué has desarrollado gracias a la persistencia.