“Cada uno tiene su propia vocación específica en la vida… Nadie puede ser reemplazado ni su vida pude ser repetida. Así pues, la misión de cada uno es específica, así como su oportunidad para implementarla”. Víctor Frankl.

Con esta frase comenzamos nuestro dialogo de hoy. Hay personas que sueñan con ser alguien en la vida, pero nunca lo logran, se quedan en la imaginación de su mente. Nunca descubren cual es su vocación, qué talento me dio Dios para poder ser una persona de valía en la sociedad.

Mi experiencia es que uno debe primero  encontrarse con su creador y establecer un dialogo con él y siendo transparente, hablar y preguntar: ¿para qué estoy en este planeta? ¿Cuál es mi vocación?, ¿en qué puedo servirte?, y él te dará la respuesta. Lo segundo es luego de saber cuál es tu vocación, vendrá un espíritu fuerte a tu corazón donde emprenderá y te capacitará en lo cual fuiste llamado. Dios te ha creado con cualidades específicas que te pertenecen a ti, nadie es igual a ti, nunca te compares con nadie, tú eres diferente.

Dios puede mostrarte quién eres. Hay una gran oportunidad para avanzar, de crecer en tu vocación, todo lo que tenga virtud delante de Dios es bueno y que no venga temor a tu vida en lo que pueda emprender.

 Es posible que pueda fracasar con algo en la vida, pero esto puede servir de experiencia, ella te llevará a descubrir otra misión en la cual trabajarás con dedicación para lograr mayores frutos.

 Pero la más importante de todas las vocaciones para el ser humanos es ser un servidor de Dios. Pues esto nos llevará a tener una comunión interpersonal e íntima con Él y ayudar a los demás. ¿Cuál es tu vocación?