Crisis de las ciencias forenses

Hay dos agencias de investigación criminal que están en crisis institucional en estos momentos. Las consecuencias de no resolver el problema dejarán secuelas muy profundas para ambos países.

Nos referimos al Negociado de Ciencias Forenses, de Puerto Rico, creado en 1985, y al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif, 2008), de la República Dominicana.

En el primer organismo, la razón es externa: serios retrasos en determinar tanto la causa como la manera jurídica de las muertes son razones que se explican por el desmoronamiento económico de la isla, por efecto del huracán María; en la República Dominicana, parecerá increíble decirlo, pero la historia es otra. Ambos organismos enfrentan la terrible situación de que no tienen forenses suficientes y eso sí que es una crisis de verdad.

Lo paradójico es que Puerto Rico demanda el nombramiento de muchos forenses (patólogos, químicos forenses, serólogos, entrevistadores, empleados que manejen el polígrafo y personal para entregar los cadáveres); en nuestro país, en cambio, los cancelan, al punto de no contar ya con verdaderos forenses cualificados.

La denuncia nos llega de la Sociedad Dominicana de Medicina Forense, de la voz de su presidente, el doctor Cándido Jiménez Richardson.

El Inacif no es la continuación del Instituto Nacional de Patología Forense, ni de las ciencias policiales, pues, el país tiene el Instituto Nacional de Patología Forense (hoy ha perdido ese nombre) y la Policía Científica de la PN. La crisis del Inacif, es interna; es un prejuicio serio, que indica que no hay gestión allí, ni recursos humanos idóneos.

Eso los dicen los médicos forenses (los que han sido cancelados o forzados a salir), también dicen que la causa debido a la dirección infuncional.

En el NCF, aunque en crisis, el actual director, Edwin Crespo, es un antropólogo forense, un eminente catedrático asociado de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras.

Estas crisis merecen ser comparadas, porque una sirve de pie de amigo a la otra. Todos los institutos de ciencias forenses deben ser estándar en cuanto a su organización.

El Negociado de Ciencias Forenses no tiene recursos suficientes, y la información fue dada desde el principio, por su antigua directora, la médico patóloga María Conde.