La corrupción, la evasión y el lavado de dinero son en los últimos años, las noticias de moda en la República Dominicana.

Parecería que se ha convertido en un deporte de mucha popularidad, dado que ese tema es el que trata una gran parte de la población las 24 horas del día.

Esos males no solo están registrándose en el ambiente político y económico, también está corroyendo a todos los estamentos de la sociedad.

No hay un solo sector donde esos temas no hayan hecho sus estragos en menor o mayor proporción.

Los hechos indican que esos flagelos están presentes en todas partes, sin que haya fuerza capaz de detener esos crímenes, incluso entre atletas que deberían ser ejemplo de la juventud del mundo.

Todos los acontecimientos que se vienen produciendo, llevan a pensar, que ya a nadie le importa mantener una imagen impoluta, que lo importante es amasar fortuna, no importa quien caiga ni a quien o quienes se estafa.

El fútbol, desde hace varios años, es el deporte que anida la mayor cantidad de depredadores de lo ajeno, al punto que casi a diario explota un escándalo de evasión, corrupción y robos.

En estos momentos, dirigentes, futbolistas y ejecutivos de equipos, compiten con los políticos más corruptos en esos menesteres.

Y eso, que Messi, por solo mencionar uno, no ha recibido ni instrucciones ni clases en esas prácticas en la República Dominicana.