¿Constitución blindada?

¿Constitución blindada?

¿Constitución blindada?

David Alvarez

Con la reciente modificación a la Constitución para permitir la reelección por un periodo consecutivo muchos plantearon que era necesario blindar la constitución.

Se sugirieron porcentajes altos de aprobación para nuevas reformas, pretendiendo con ello fijar su texto.

La motivación era evitar reformas constitucionales que ejecutaran adaptaciones por intereses coyunturales. Una Constitución es un reflejo de las relaciones de poder en una sociedad y una herramienta normativa para encauzar el ordenamiento político en una determinada dirección.

Es por tanto un absurdo “blindar” una Constitución para que refleje un momento específico de la estructura política o un modelo determinado de organización, debido a que las sociedades, y su entramado económico, social, y político siempre están en constante desarrollo.

Se asemejaría al hecho de ordenar a un sastre hacerle un pantalón a un chico de 12 para que le sirva incluso cuando tenga 20 años.

La Constitución, lejos de estar blindada, ha de ser flexible para adaptarse al proceso de desarrollo de una sociedad y servir de herramienta para transformaciones con cierto grado de consenso.

Las cuestiones relativas a reformas sociales y políticas, como el caso de la reelección, debe ser producto de las relaciones entres las mayorías y el logro de consenso en un momento determinado, no el resultado de un modelo constitucional determinado.

No demandemos de los contratos sociales, que son productos de la negociación entre grupos, lo que es imperativo de la responsabilidad de dichos mismos grupos.

La democracia es articulación social, no interpretación fundamentalista. Es la sociedad, no el texto.



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