Conflictos dominan cumbre del G20 en Argentina

Conflictos dominan cumbre del G20 en Argentina

Conflictos dominan cumbre del G20 en Argentina

Pese a la multiplicidad de figuras las miradas estarán puestas en el príncipe saudí Mohammed bin Salman, señalado como autor intelectual del asesinato en octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, en el consulado saudí en Estambul.

BUENOS AIRES.-El presidente argentino Mauricio Macri llamó el viernes a los líderes del G20 a impulsar la cooperación internacional.

Pero todo indica que las conversaciones no estarán dominadas por la ambiciosa agenda de trabajo sino por la polémica presencia del príncipe saudí, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la creciente tensión entre Rusia y Ucrania.

Argentina, país anfitrión de la cita que comenzó el viernes y seguirá el sábado y reúne a los presidentes de potencias como Estados Unidos, Alemania, Rusia y China, busca alcanzar un consenso sobre el mercado de trabajo, la infraestructura para el desarrollo, un futuro alimentario sostenible y la sustentabilidad climática, entre otros objetivos.

Sin embargo, la que promete ser la cumbre del G20 más ríspida de los últimos años transcurrirá en reuniones bilaterales y multilaterales en las que presidentes y jefes de gobierno abordarán los puntos más calientes de la agenda global.

Como anfitrión, el mandatario argentino será árbitro en ese complejo escenario. Al abrir la cita, Macri reconoció la existencia de cuestionamientos a los mecanismos multilaterales y “tensiones entre países» y afirmó que el consenso no es algo que se construye de la noche a la mañana.

“Si bien la agenda de ahora es distinta, quiero pedir que actuemos con el mismo sentido de urgencia que en 2008″ cuando se desató una grave crisis financiera, exhortó Macri. El mandatario consideró que la solución “es dialogar, dialogar y dialogar, que es la forma de empujar los límites de lo imposible sabiendo que cada uno tiene intereses pero todos queremos promover el desarrollo sostenible».

Pese a la multiplicidad de figuras las miradas estarán puestas en el príncipe saudí Mohammed bin Salman, señalado como autor intelectual del asesinato en octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, en el consulado saudí en Estambul.

Es previsible que algunos líderes no quieran aproximarse demasiado al príncipe. No sería el caso del estadounidense Donald Trump, quien ha decidido no marginar al hombre fuerte del gobierno saudita en nombre de los intereses económicos que unen a su país con la nación árabe.

El ruso Vladimir Putin tampoco lo ha criticado y, de hecho, chocó sus manos con las del príncipe al saludarlo poco antes de que se iniciara el encuentro mientras ambos se reían abiertamente. El presidente de Francia, Emanuel Macron, señaló el jueves que durante la cita tendrá la oportunidad de tratar el asunto de Khashoggi con el propio líder saudita y analizarlo junto a otros gobernantes europeos.

“Quiero que las investigaciones en Turquía y Arabia Saudita prosigan para aportar la verdad y que la comunidad internacional se pueda asociar en este proceso», sostuvo. Mohammed pidió reunirse con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, según el gobierno turco, que ha apuntado sin tapujos contra el gobierno saudí por el asesinato.

Argentina G20 Summit

El príncipe participará de la reunión en medio de denuncias de la organización Human Rights Watch y mientras la justicia argentina dilucida si abre una causa en su contra por su presunta responsabilidad en el asesinato del periodista y crímenes de guerra en Yemen.

Macron instó además a encontrar una “solución política» y a que “se aceleren las iniciativas humanitarias» en Yemen, donde los sauditas encabezan una coalición que libra una guerra en la que han muerto miles de civiles.

En lo que se refiere a conflictos comerciales, una las citas que más interés genera es la de Trump y su colega chino Xi Jinping tras la mutua imposición de millonarios aranceles a las importaciones que han comenzado a afectar a la economía mundial.

El presidente chino advirtió antes de su llegada a Argentina que el mundo se enfrenta a “una inestabilidad, una incertidumbre y temas candentes sin precedentes».

“No creemos que vaya a suceder nada sustancial en el conflicto entre Estados Unidos y China. Incluye muchos temas complejos que no se van a resolver durante una cena“, dijo Willis Sparks, del Grupo Eurasia.

La resistencia de Macron y otros líderes de la Unión Europea al proteccionismo defendido por Trump también puede ensombrecer las conversaciones durante la cumbre, donde no está claro que se llegue a un documento final consensuado.

Thomas Bernes, del Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional, dijo que la reunión “corre el riesgo de caer en desorden» y que “la verdadera prueba será si los otros miembros del G20 actuarán con decisión o seremos testigos del desmoronamiento de este foro para la cooperación económica internacional».

Un paso adelante fue la firma el viernes, antes del inicio de la cumbre, de un nuevo tratado de libre comercio entre Trump, el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro de Canadá Justin Trudeau.

El nuevo convenio, que Trump llama Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá, estuvo rodeado de discrepancias y fue aceptado a último momento por Trudeau. Para el presidente estadounidense, este pacto renovado “cambia el panorama comercial para siempre“.

Los legisladores de cada país deben ratificarlo. Esa podría ser una tarea difícil en Estados Unidos, ya que los demócratas controlarán la Cámara de Representantes en enero.

Durante la firma, Trump señaló que llegar a este acuerdo “ha sido una batalla“, aunque esas luchas a veces hacen “grandes amistades“. La atención durante la cita también estará puesta en la tensión entre Rusia y Ucrania.

El presidente ucraniano Petro Poroschenko pidió recientemente a la OTAN el despliegue de buques en el Mar de Azov después de que guardias costeros rusos capturaran tres buques de bandera ucraniana. El episodio forma parte de un prolongado conflicto entre los dos países vecinos. Rusia se anexó la península de Crimea en 2014 y apoyó a los separatistas en el este de Ucrania.

Trump anticipó que canceló una cita acordada con Putin debido a que las embarcaciones y los tripulantes no han sido liberados, lo que fue considerado por el ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergey Lavrov como la pérdida de una oportunidad para discutir temas globales clave.

En tanto, el gobierno ucraniano lanzó una campaña sobre “las políticas agresivas de Rusia».



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