Condenan a 24 ex agentes represivos de Pinochet

La desaparición de Grez Aburto formó parte de la Operación Colombo, un acto propagandístico del régimen militar (1973-1990) que buscó encubrir la desaparición de 119 opositores haciendo creer a la opinión pública que los desaparecidos habían muerto en enfrentamientos internos y con fuerzas de seguridad extranjeras.

SANTIAGO DE CHILE.-La Corte Suprema chilena condenó a 24 ex agentes de la policía represiva de Augusto Pinochet a penas de entre cuatro y 13 años de cárcel por la desaparición de un dirigente socialista.

Los ex agentes de la temida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) fueron condenados en un fallo unánime por la desaparición de Jorge Arturo Grez Aburto, detenido en el centro de Santiago en 1974 y quien permaneció secuestrado en el Estadio Nacional, un gigantesco campo de concentración, y en otros dos centros clandestinos.

La desaparición de Grez Aburto formó parte de la Operación Colombo, un acto propagandístico del régimen militar (1973-1990) que buscó encubrir la desaparición de 119 opositores haciendo creer a la opinión pública que los desaparecidos habían muerto en enfrentamientos internos y con fuerzas de seguridad extranjeras a partir de falsas notas periodísticas publicadas en Argentina y Brasil.

La sentencia, que no puede ser apelada, recayó sobre cuatro ex agentes que recibieron 13 años de presidio por secuestro calificado. Otros 17 deberán cumplir 10 años de prisión por ser los autores del secuestro y los restantes tres pasarán cuatro años en la cárcel por complicidad.

Otros 44 ex agentes fueron absueltos porque no se pudo probar su participación en el crimen. Varios de los condenados cumplen una o más sentencias por otros crímenes de lesa humanidad en una cárcel especial para violadores de los derechos humanos en Punta Peuco.

El fallo precisó que Grez Aburto fue detenido en mayo de 1974 y desapareció en julio del mismo año. Otros prisioneros testificaron que lo vieron pasar al menos por tres centros de reclusión.

Mientras estuvo en uno de esos centros estuvo «vendado, amarrado, siendo sometido continuamente a interrogatorios bajo tortura por los señalados agentes», afirmó la Corte Suprema.

Actualmente hay cerca de un centenar de ex agentes presos en Punta Peuco y unos cuarenta en una especie de filial de ese penal que funciona en un módulo aledaño a una cárcel común pero que tiene su propia entrada.