El primer paso para trabajar con el estrés es identificar cuáles son los estresores y sus manifestaciones, tanto en la parte física como emocional.

Como referí la pasada semana, cada individuo tiene señales particulares que le indican que está estresado.

Cada persona reacciona diferente ante situaciones similares. Una vez consciente de la situación empiece a prevenirlo.

Practique para evitar llegar a estresarse. Si es de esas personas que no saben cómo decir NO, practique decir NO cuando le pidan hacer algo que usted no puede o no quiere hacer.

Diga SÍ cuando es realmente importante.

Empiece a compartir sus cargas en el hogar y en el trabajo. Pídale a quienes le rodean que colaboren; exprésele cuán difícil resulta para usted llevar toda la responsabilidad de lo que hace.

Empiece por entregarles pequeñas responsabilidades; en la medida que respondan, vaya incrementándolas.

Al momento de planificar sus actividades personales, estudiantiles o laborales, propóngase solo metas que pueda realizar. Lleve un calendario o agenda para organizar su tiempo, no permita que otros lo hagan por usted, utilice la técnica de resolución de problema cuando lo considere necesario.

Vaya un paso adelante y programe anticipadamente; usted ya conoce lo que le causa estrés. Planee cómo evitar situaciones o manejarlas en caso de que ocurran.

Procure mantener las cosas en perspectivas como recomienda el programa de Prevención de Diabetes desarrollado por el Departamento de Salud de los Estados Unidos. Manténgase activo físicamente. Realizar ejercicios de manera regular tiene grandes beneficios para su salud física y emocional. La próxima semana veremos cuándo no podemos evitar el estrés.