Cómo debe ser el abordaje de las hernias ventrales incisionales

Cómo debe ser el abordaje de las hernias ventrales incisionales

Cómo debe ser el abordaje de las hernias ventrales incisionales

Las hernias de la pared abdominal se definen como una protrusión del intestino debido a un debilitamiento en la pared abdominal, la cual se manifiesta en el paciente como un bulto que se puede ver y palpar perfectamente.

Las hernias pueden ser de distintos tipos, según dónde se localicen: hernia inguinal, hernia abdominal, hernia umbilical, hernia epigástrica, hernia femoral y hernia incisional, indica Engels Hensley Lazala Almánzar, cirujano de hernias abdominales en los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).

En el caso de las hernias incisionales, Lazala dice que estas se producen en la zona donde anteriormente se ha realizado una herida quirúrgica en el abdomen, ya sea cirugía tradicional o laparoscópica.

“Estas suelen aparecer cuando por diversas causas se compromete en proceso de cicatrización de la pared abdominal, quedando una zona débil por donde se presentará el saco herniario, semanas o meses posteriores a la cirugía”, refiere el galeno.

Según investigaciones publicadas en la Revista Hispanoamericana de Hernia, la hernia incisional (HI) tiene una tasa de incidencia en el primer año tras la laparotomía de entre el 5 % y el 15 %.

Esta tasa puede estar infravalorada, ya que menos del 50 % de las HI se detectan en el primer año, mientras que un 35 % se diagnostican cinco o más años después de la cirugía. Por su parte, el doctor considera que la incidencia de aparición de estas es muy variable (un 2 a 20 %), ya que dice que esto depende del tipo de abordaje.

Siendo más frecuente en pacientes intervenidos de urgencia y pacientes con cirugías por cáncer. “Las hernias incisionales tienden a hacerse más grande con el pasar del tiempo y suele haber más de una”, agrega.

Los síntomas

El abultamiento es el principal síntoma relacionado a una hernia incisional. Este también puede estar acompañado de dolor, el cual se manifiesta al ejercer presión en el abdomen.

Por ejemplo, cuando tosemos o levantar objetos pesados puede aparecer el dolor. Otros síntomas pueden ser: dificultad para pararse derecho, estreñimiento, orinar muy poco o nada.

“En algunos casos, la hernia incisional ventral podría encarcelarse o estrangularse, lo que quiere decir que puede quedar atrapada en el orificio herniario y puede causar una falta de riego sanguíneo al intestino”, explica el especialista, quien dice que en estos casos provoca mucho dolor, que se puede acompañar de náuseas y vómitos a repetición.

De tener estos síntomas, Lazala recomienda acudir inmediatamente a un centro de salud para ser evaluado y sometido a una cirugía para reparar el problema, ya que pone en riesgo la integridad del intestino y la vida del paciente.

¿Cómo tratarlas?

Las hernias incisionales solo se pueden eliminar por completo mediante cirugía. Para ello, el doctor dice que existen varias opciones, como: la hernioplastia, una de las técnicas más comunes para la eliminación de las hernias incisionales ventrales.

Esta consiste en la colocación de una malla quirúrgica de material sintético en el defecto abdominal del paciente.

La hernioplastia puede realizarse mediante dos técnicas: hernioplastia abierta o hernioplastia laparoscópica.

Hernioplastia abierta consiste en abrir al paciente y examinar e intervenir el interior de su abdomen.
El cirujano realiza una gran incisión para llegar al defecto herniario, introducirá en el abdomen la parte del intestino que se encontraba fuera.

Una vez reintroducido, el especialista colocará una malla quirúrgica donde se encuentra el defecto herniario, de tal manera que ésta sirva como refuerzo de la pared abdominal y evite que se vuelva a producir la protrusión. Otra opción es la hernioplastia laparoscópica.

Esta, a diferencia de la cirugía abierta, solo se realizan unas pequeñas incisiones para reparar la hernia ventral.
Menos complejo

Luego de colocar anestesia al paciente, el cirujano realiza 3 o 4 pequeñas incisiones.

Por una de las incisiones realizadas, introduce un laparoscopio (es un instrumento quirúrgico que, en uno de sus extremos tiene una cámara diminuta y una fuente de iluminación, que permiten al cirujano ver en el interior de la cavidad abdominal del paciente).

Por las demás incisiones realizadas, el especialista introduce otros elementos quirúrgicos que le permitirán intervenir al paciente correctamente. Una vez reparada la hernia ventral, el cirujano coloca también en este caso una malla quirúrgica de material sintético en la zona del abdomen dañada para fortalecer la zona y evitar que la hernia se vuelva a producir.

Mayores ventajas

“La hernioplastia laparoscópica tiene algunas ventajas sobre la hernioplastia abierta, algunas de ellas son el menor tiempo de recuperación del paciente y el tamaño de las cicatrices, que es este caso será casi imperceptible debido al diminuto tamaño de las incisiones realizadas, así como menos dolor posquirúrgico”, explica.

La importancia del tratamiento

De no recibir tratamiento, la hernia podría crecer. Como consecuencia, podría cambiar su postura y hacer que se encorve. Además, el dolor podría empeorar.

Una parte del intestino podría quedar atrapado, torcido u obstruirse. “No deje que la hernia limite su vida.

Al decidir tener una cirugía, puede ayudar a eliminar las molestias y prevenir problemas futuros. Esto hará que sea más fácil disfrutar sus actividades diarias, incluso si sólo se trata de otro día en el trabajo”, concluyó.



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