Combustibles en el país

Combustibles en el país

Combustibles en el país

Resulta de alto interés para todo el país lo que está ocurriendo con los combustibles, cuyos precios no paran de subir y subir como la leche hirviendo.

Cuando aumentan los hidrocarburos, aumenta todo. El impacto sobre la canasta básica es directo, pues inciden en los procesos de producción, transporte y comercialización de cada uno de los bienes y servicios que consume el pueblo dominicano.

En el plano internacional, el precio de los combustibles afecta la competitividad comercial, pues al subir los costos de producción, aumenta el precio final de lo que se produce en la República Dominicana.

Eso hace que no podamos competir comercialmente con otros países de la región que tienen combustibles menos caros, y esto provoca que en lugar de venderles lo que nosotros producimos, terminemos comprándoles lo que ellos producen, generando una balanza comercial negativa que empobrece nuestro país y debilita nuestra economía.

Recientemente, sectores vinculados al transporte se han pronunciado y manifestado sobre este tema. Si bien es cierto que ellos sufren de manera más directa las consecuencias del aumento abusivo de los combustibles, no es menos cierto que este es un tema que nos afecta a todos.

Para tener una idea de lo mal que estamos, solo hay que ver el promedio regional de los precios: gasolina RD$182.56, gasoil RD$156.38, GLP RD$96.06. Si comparamos con los precios que pagamos los dominicanos, nos daremos cuenta de que estamos más de un 30 % por encima del promedio regional.

Una serie de impuestos abusivos y unos márgenes de beneficios excesivos han llevado a la República Dominicana a una situación insostenible.

Para poner un ejemplo, del precio de un galón de gasolina, 37 % se va en impuestos para el Gobierno, y 17 % de beneficio para los empresarios que lo comercializan.

Los dominicanos debemos tomar conciencia y unir esfuerzos para lograr una reducción significativa en el precio de los combustibles. Algo tendrá que pasar, pues, sencillamente, esto no se aguanta más.



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