Bloomberg News.-El salto sin precedentes en las expectativas inflacionarias colombianas muestra que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, corre el riesgo de encontrarse con algo que no esperaba en su campaña de once meses que finalizaría con la devaluación del peso.
La brecha entre los rendimientos de los bonos atados a la inflación con vencimiento en 2021 y la deuda de renta fija de similar vencimiento este mes trepó un récord de 1,15 puntos porcentuales, a 3,99 por ciento, el 21 de junio, lo que refleja las apuestas de los operadores a que el ritmo de los aumentos de los precios al consumidor se duplicará con respecto al 2 por ciento de mayo.
El diferencial se amplió en tanto la moneda bajó 8 por ciento del nivel más alto en 17 meses en enero y esta semana se ubicó a un peso de caer por debajo de los 1.950 pesos por dólar, el extremo inferior de lo que Cárdenas denominó su banda de equilibrio.
Cárdenas, que calificó a la fortaleza del peso de la madre de todos los problemas del país en tanto la producción industrial en el primer trimestre se redujo más que nunca en cuatro años, la semana pasada dijo que la caída de la moneda al nivel más bajo en 18 meses significa que el gobierno hizo su trabajo.
El peso seguirá bajando conforme el banco central continúe con el programa de compra de dólares, haciendo subir la inflación.
