En diversas ocasiones he hecho énfasis en el uso de enjuagues o colutorios como complemento para la higiene oral.

Existen diferentes enjuagues, el ideal para cada caso; en este artículo sólo hablaremos de los enjuagues a base de clorhexidina.

La clorhexidina es una sustancia antiséptica que tiene acción bactericida y fungicida, en palabras más comprensibles, es un «desinfectante».

En odontología lo usamos para combatir las bacterias destructivas sobre los tejidos bucales. Los endodoncistas lo utilizamos con bastante frecuencia para desinfectar los conductos radiculares (área que aloja el nervio dental) para lograr un ambiente estéril evitando así la pérdida de la pieza dental.

También es usado en casos de gingivitis, periodontitis, postoperatorios quirúrgicos, entre otros, dicha sustancia comportándose de manera muy satisfactoria en cada caso.

El tratamiento suele durar algunos días, siendo suficiente este lapso para sanar los tejidos.

Es de gran importancia saber que la clorhexidina solo debe ser utilizada  bajo indicación profesional, ya que a largo plazo puede desencadenar efectos secundarios indeseados. Es responsabilidad de las farmacias y tiendas distribuidoras de productos farmacéuticos no venderla deliberadamente.

Dios les bendiga abundantemente.

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