Las estadísticas señalan que a los tres juegos de República Dominicana en el Marlins Park acudieron 101,806 fanáticos, promediando 33,935 por fecha…

Y el entusiasmo ha sido altísimo en las otras sedes… El lunes estuvieron flojas en el juego Venezuela-Italia, pero era más que justificado, luego de que con México cometieran “el error del Oscar”, al ponerlo a celebrar para luego bajarlo del escenario…

Este éxito debe haber puesto a los profetas del desastre a recoger su vaticinio de que este sería el último clásico… A esos «pájaros de mal agüero» les decía y repetía que no se debía ser tan ligero en los vaticinios, solo para que, en caso de que pegaran, los califiquen de verdugos…

¡No ombe no, esta es apenas la cuarta versión, démosle tiempo!… Cuando uno ve que nunca habían acudido tantos fanáticos al Marlins Park como el sábado, cuando uno ve la gran cantidad que iba al Tetelo cuando Canó estaba jugando, cuando uno ve como se abarrotaban cuando la reaparición de Manny Ramírez con las Aguilas, hay que admitir que no es que no apoyan el torneo local, sino que les encantan los “camarones” y no los “coditos” que les sirven los equipos en los últimos años… ¡Ay, lo dije!.