Normalmente el cine que se proyecta en un evento Bienal o en este caso la 13 documenta, Kassel 2012, que se realiza cada cinco años,  difícilmente se podrá ver en salas convencionales.

Aunque no escapa a los patrones establecidos no es un cine que se puede ofrecer a los productores convencionales.

Si Cannes, Francia y el mundo rinde un tributo, amor y pasión por su Festival Internacional de Cine, no menos sucede en la sociedad alemana e internacional con la documenta, que en este 2012 llega a su décimo tercera edición con un programa de acostumbrados 100 días, donde se inserta a la realidad el arte como elemento nodal, la ciencia, la reflexión, la teoría y el pensamiento sin puertas ni ventanas cerradas, todo fluye en una imprevista armonía, en una aparente libertad que nos hace pensar en lo ideal de un mundo cuyas reglas emanen desde el centro de poder del arte, regido por artistas, curadores y científicos, y no solo por políticos.

Ya esta propuesta la introduje en Estocolmo, en   1994, a propósito del Congreso de la AICA, “¡Cómo sobrevivir ahora!”.

En su declaración de principios el equipo actual de la 13 documenta obviamente se declara “Xtramoderna”,  aquel concepto que lancé al inicio de los 90 y que para los que aún no lo entienden les traduzco la declaración del equipo de trabajo encabezado por la curadora Christov-Bakargiev «La documenta (13) esta dedicada a la investigación artística y las formas de imaginación que exploran el compromiso, la preocupación, las cosas, la pertenencia y la vida activa en conexión con el arte.

Estos son terrenos donde la política es inseparable de una  alianza global o mundial entre las corrientes de la investigacion en varios campos.