Como cada año, a estas fechas, ya se escucha Cima Sabor Navideño o el aviso oficial de la temporada de navidad.
No sabemos cómo vamos a costear esta nochebuena porque hay pesadumbre en el ambiente, hay bolsillos heridos en sus forros, pero al final levantaremos el ánimo y aunque comedidamente, bailaremos merengues en las casas de familia, sones, bachatas y hasta aparecerá un primo con el pollo o con una banda de puerco.
Pese a todo, El Martiniqueño, que no entiende de paquetazo, ha sonado varias noches ya en el popular show radial de la Navidad. Igualmente Alegre vengo y los himnos de nuestro querido Félix Del Rosario, el merenguito de Juanita y los del Conjunto Quisqueya.
Se está tocando poco -dice un músico amigo- pero para diciembre ligaremos par de fiestas, agrega con tono esperanzador. Y así será, vamos a tocar en la Navidad porque la alegría es un ejercicio que hay que hacerlo para no caer en la cuaja de la crisis, dice el filósofo de la guitarra.
Suena en Cima Sabor Navideño Feliz Navidad, la de Feliciano y enseguida te tiran Por qué llora el niño?, Si no me dan beber lloro Chepe y cuántas más, bálsamo del sana, sana, culito de rana para silenciar la pena de compartir las carencias y los piques.
Pero sea lo que sea, con paquetazo, navegando entre corruptos, andando por las calles tapadas de AMETs, con los operativos policiales, en medio de apagones y los rolos hechos, compartiendo con los delincuentes tipo western, con las tarjetas explotándose y mil vainas más, que nada ni nadie nos amargue la nochebuena y para empezar a darle paso a la alegría hay que poner Cima Sabor Navideño, que llegó la navidad.
