Bloomberg News.-La decisión adoptada por Chile de frenar el aumento de los costos de los combustibles hizo caer en su mayor nivel en tres meses las expectativas de los operadores en relación a los aumentos de los precios al consumidor en tanto el país andino intenta mantener la inflación más baja de América Latina.

Transcurrida una semana desde que los aumentos en los precios al consumidor en el mercado de permutas alcanzaron un máximo en cinco meses, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, rebajó los impuestos sobre la nafta y el diesel.

Desde la decisión del 26 de febrero, la tasa de equilibrio anual descendió 0,2 puntos porcentuales, hasta 2,77 por ciento, la caída más grande desde diciembre.

La medida equivale a la brecha entre los rendimientos nominales y los atados a la inflación de las permutas y refleja la visión que tiene el mercado respecto de la inflación en los 12 meses venideros.

Larraín intervino sobre los precios de la nafta hace cinco días después de que algunos diputados dentro de la coalición gobernante manifestaron su preocupación por los costos del combustible en alza y en tanto el desempleo en baja y el mayor crecimiento de los salarios en tres años amenazan con provocar una aceleración de los aumentos del costo de vida.

El gobierno, que limitó el gasto para frenar la demanda, espera que la tasa de inflación se duplique este año hasta un 3 por ciento en la medida que el peso deje de apreciarse contra el dólar, frenando una caída en los precios de las importaciones que ha ocultado costos de transporte más altos.

“Todos sabemos que la política atenta contra el laissez-faire y a la larga la presión política gana”, dijo Felipe Alarcón, economista de Banco de Crédito e Inversiones en Santiago.

“Es una reacción a la incomodidad por los precios de la nafta”.

El ministerio de Hacienda no respondió a una serie de preguntas enviadas por correo electrónico.

Inflación más baja

Los precios de la nafta subieron 7,2 por ciento en los dos primeros meses del año, el nivel más alto desde el período posterior al terremoto de febrero de 2010, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

La nafta representa 3,2 por ciento de la canasta de precios al consumidor de Chile y constituye el tercer elemento individual más grande después de los alquileres y los autos nuevos.

La inflación chilena, que ya es la más baja de América Latina, disminuyó hasta 1,3 por ciento en febrero desde 1,6 por ciento el mes anterior en razón de que el costo de los alimentos y las bebidas bajó.

En el mes, los precios subieron 0,1 por ciento, por debajo del 0,3 por ciento de la media de estimaciones de los analistas sondeados por Bloomberg.

Si Larraín no hubiera intervenido, los precios del petróleo “habrían seguido aumentando con un impacto directo en la inflación en marzo y posiblemente en abril”, dijo por teléfono Alejandro Fernández, director de estudios en la compañía investigadora Gemines SA de Santiago.

El Sistema chileno de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles, conocido como Sipco, se sancionó en ley el 14 de febrero de 2011.

Prevé que cada semana una comisión establezca un precio de referencia para la nafta utilizando una variedad de precios de futuros. Si los precios aumentan más de 10 por ciento por encima del precio de referencia o caen más de 10 por ciento por debajo del mismo, los impuestos sobre los combustibles se ajustan para mitigar la volatilidad.