Mientras el hombre está vivo, siempre hay esperanza.

Esto viene a colación, por el caso de atletas que en ocasiones se les quiere o se le envía al zafacón, apenas por una pobre actuación en una campaña.

Sin embargo, muchos de estos, dejan a todos boquiabiertos, porque en poco tiempo, resurgen como el ave fénix, casi con la misma pasión y empeño de sus mejores tiempos.

Los casos más recientes lo propician Albert Pujols y Bartolo Colón.

Sobre Pujols se han escrito decenas de artículos de que ya había llegado al final de su carrera, debido a la notable baja en su rendimiento, producto de la lesión que le impedía plantarse bien en la caja de bateo.

Sin embargo, tras un tortuoso camino, Pujols ha vuelto, aunque no con la mismas capacidades, camino a convertirse en un jugador de 700 cuadrangulares cuando termine su carrera, dado que le restan cuatro años de contrato y ya acumula 612.

Sobre Bartolo Colón habría que redactar una enciplopedia, porque en 20 oportunidades o más, se ha dicho que debe retirarse, pero todavía a sus 44 años sobre sus hombros, se levanta y sorprende a los más “sabios”.