Caos en el tránsito

Caos en el tránsito

Caos en el tránsito

Cada día el problema del tránsito en la Capital constituye un verdadero infierno.

El entaponamiento en cualquier calle o avenida representa una demora de dos o tres horas, sin contar con la pérdida de tiempo y en la productividad.
Este mal viene de décadas, pero necesariamente debe llegar el momento en que el Estado decida asumir la solución con un mayor sacrificio y responsabilidad.

Múltiples factores podrían influir en este caos que hay en el tránsito, pero uno de ellos ha sido la falta de voluntad política de las autoridades para enfrentar los niveles de desorden que se han permitido en este sector.

Habrá también que iniciar un plan de educación de los conductores, principalmente los del transporte público.

No es posible que cualquiera viole las leyes frente a agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte y no exista un régimen de sanciones.

El método más efectivo, al margen de la inversión y de la planificación, lo constituye aplicar las normas.

Eliminar el poderío permitido a grupos del transporte y obligar a cada quien ajustarse a lo que dice la ley.

Sencillamente, el Estado debe reglamentar todo el sistema de transporte, con la ley como batuta y constitución.
Así habría mejoría en el flujo vehicular y también en la productividad del país.



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