¿Caerán las maldiciones?

¿Caerán las maldiciones?

¿Caerán las maldiciones?

Hugo López Morrobel

La Serie Mundial inicia hoy, en momentos en que las “maldiciones” se hacen presentes, al punto de que tienen más vigencia que la misma capacidad de los jugadores en el terreno.

Es una lástima que a estas alturas, y más en una sociedad desarrollada como Estados Unidos, todavía se esté recurriendo a esos mitos para mantener a la expectativa a millones de fanáticos que sí, por el caso de los Cubs, se han metido en sus tozudas cabezas esas “benditas” supersticiones.

Lo mismo, aunque con menos incidencia, ocurre con la “maldición” que sobre los Indios de Cleveland, lanzó en 1960 Rocky Colavito, cuando el gerente general Frank Carril, conocido como “El Comerciante”, lo transfirió a los Tigres de Detroit, a pesar de haber compilado números excelentes.

De acuerdo al diccionario, una maldición es la expresión de un deseo maligno dirigido contra una o varias personas, así como para impedir que se logren objetivos, en este caso que un equipo nunca gane un espectáculo determinado, y que en virtud del poder mágico del lenguaje, logra que ese deseo se cumpla.

Las maldiciones no son nada nuevas, existen desde el inicio de la humanidad, y toman más cuerpo en aquellas sociedades de bajo nivel educacional, aunque también tienen incidencia en grupos de todos los niveles.

Nada les ha funcionado a los Cubs, que han contratado a gitanos y brujas para acabar con la maldición. Asimismo, se hacen sacrificios de animales, quema de incienso, la excavación de bases y han enterrado las reliquias del equipo en el jardín central.

Sin embargo, en esta oportunidad los seguidores de los Cubs están súper optimistas de borrar la maldición de Billy Sianis, un inmigrante griego, propietario de la cabra llamada Murphy que fue sacada del estadio junto a él en 1908, por el supuesto mal olor que expedía el animal..
Esperemos los resultados.



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