El “cacareo”, el “cotorreo”, el “chismoteo” y el “cuchicheo”, entre otras populares modalidades, se aplican a la perfección en el deporte dominicano, en especial, aunque parezca extraño, en la parte dirigencial.

La gente no se imagina cómo se desenvuelve internamente ese mundo.

Muy pocos hablan bien del otro o por lo menos reconocen que realiza una labor buena o aceptable en las disciplinas que dirigen o tienen algún tipo de incidencia.

Ese es un espacio donde los propios protagonistas entienden en su gran mayoría que nadie sirve para nada. Y bajo esa percepción es difícil que las cosas avancen como debe ser.

Pero como diría Manuel Antonio Rodríguez (Rodriguito) productor de El Suceso de Hoy, “El mundo prosigue su agitado curso”.

“Que Dios los agarre confesao”, diria un ciudadano cualquiera de la calle.

Pero la verdad, verdad, es que se debe buscar la forma de transitar caminos distintos a los actuales.
RADARES.

Tal y como se vaticinó, el combate entre Abner Mares y Leo Santa Cruz fue todo un espectáculo extraordinario, que ya puede ser calificado para ser el mejor de 2015. De eso no hay dudas.