La República Dominicana tiene una ubicación geográfica estratégica que la sitúa entre asociaciones tanto de Latinoamérica como del Caribe.

Ese enclave geográfico hace que forme parte del Foro de Estados de los países de ACP (África, Caribe y Pacífico) del Caribe, conocido como Cariforo.

En ese orden compartimos escenario con países insulares como Trinidad y Tobago, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Guyana, Jamaica, Suriname, Haití, Barbados, Antigua, Barbuda y Belice.
De manera capital importa el objetivo principal que los vincula.

En esencia, la base aglutinante del Cariforo está en un acuerdo de asociación económica, que tiene de contraparte a 27 países miembros de la Unión Europea.

Hace poco esta coalición de naciones hizo una cumbre en República Dominicana.

Hubo buenos diálogos para avanzar en la ruta de ensanchar rutas de comercio entre los involucrados, socios o en vía de asociación. Si bien es cierto que la mirada está puesta en los mercados europeos, también debe haber mayor insistencia para que podamos vernos y trabajar, en la región del Caribe, como verdaderos asociados.

De ser así, tanto los productos de República Dominicana como del resto de naciones del Caribe no tendrían que llegar tan lejos, a las tierras mediterráneas de Europa, en busca de divisas.

Mirándolo de otra forma, una verdadera integración regional haría más viable la expansión de nuestros mercados.