Buenas noticias nos acompañan…solo tienes que creer

Buenas noticias nos acompañan…solo tienes que creer

Buenas noticias nos acompañan…solo tienes que creer

Mayra de Peña

Salmo 16: 8 “A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma.

Cuando veo a muchas personas enviando el mensaje » tu y solo tú tienes en tus manos tu futuro, «todo depende únicamente de ti». » Tú y solo tú tienes en tus manos la felicidad¨. ¨Lo que quieras hacer, hazlo, sólo tienes una vida y no hay nada más¨, respetando sus creencias,  pido a Dios revelación divina para ellos, porque en verdad la necesitan, pues siempre necesitamos la ayuda de Dios para llevar bien nuestro proyecto de vida y definitivamente todo no termina aquí.

Desde que se escenificó la desobediencia a través de Eva y que continuó con Adán en el Jardín del Edén, por la cual entró el pecado al hombre, en el momento de Dios decretar las consecuencias de esta desobediencia, el Padre Celestial y creador de todas las cosas habló de nuestra condición de eternidad y concibió el plan divino para nuestra condición espiritual.

Fuimos creados con carácter de eternidad, espiritualmente hablando, y cuando en el Edén se refirió a la simiente de la serpiente (Satanás) y la simiente de la  mujer (Jesucristo),  decretó el Plan de Redención del pecado a través de su Hijo Jesús para que la eternidad con Dios fuera una realidad para el hombre, como inicialmente fue concebido.

Muchos dirán y porqué ese plan se cumplió miles de años después y no desde el principio? Particularmente creo que el hombre tenía que darse cuenta de su condición de rebelión, que solo no podía hacer remisión de pecados y sufrió las consecuencia, aunque el amor de Dios y su misericordia siempre nos ha acompañado, en todo momento ha existido un remanente que le cree a Dios y ha sido objeto de su protección y eso lo vemos a todo lo extenso en la Biblia.

Luego vino la Ley dada a Moisés muchos años después, pero se pudo comprobar que era muy difícil para el hombre vano y ausente de Dios no infringirla, definitivamente necesitábamos fe y  la ayuda de Dios para cumplirla. El tiempo de Dios es perfecto, y está en la sola potestad  la respuesta, en su momento el misterio será revelado.

Las buenas nuevas llegaron con Jesús y su Plan de Salvación, la mayor expresión de misericordia y amor de nuestro creador llegó hasta nosotros y gratis, para que nadie se gloríe. El pagó por nuestras rebeliones. Finalmente a través de aceptar a Jesús como el Hijo del Dios Viviente, y decidir seguir su modelo de vida, podemos ser aceptos delante de Dios.

Por amor el Verbo Encarnado nos enseñó la clave del crecimiento espiritual. En humildad vivía una intensa relación con el Padre, todo se lo consultaba y en Él esperaba. Nos enseñó el valor de la oración y el ayuno, nos mostró que al enemigo de las vidas y a las tentaciones se le contraataca con oración, el conocimiento y aplicación de la  Palabra de Dios.

Todo no termina aquí y en ninguna manera esta solo en nuestras manos nuestra tranquilidad, plenitud de gozo, llenura espiritual, paz y mucho menos la seguridad, felicidad y alcanzar nuestras metas y sueños, en vano nos afanamos si Dios no dirige. Para tener éxito en nuestra vida en todos los sentidos, necesitamos la intervención de Jehová de los Ejércitos, su Hijo Jesucristo y la revelación y el apoyo del Espíritu Santo.

Este transitar que llamamos vida es el preámbulo y la única oportunidad por voluntad propia (libre albedrío), de elegir qué tipo de eternidad queremos. Elijamos vivirla con Dios, dejemos que su ayuda nos permita transformar nuestro corazón y poder rendirle obediencia y adoración.

Demos ese paso de fe. Dejemos atrás el viejo hombre y permitamos que su luz nos ilumine a fin de que esas » cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido a corazón de hombre y que Dios ha preparado para los que le aman, tengan nuestro nombre inscrito para cuando lleguemos a la eternidad. 

Dios te bendiga!!



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

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