Una mujer británica instaló un negocio inusual en la hermosa costa este de Kent, en Gran Bretaña.
Kitty Mansfield se especializa en abrazos profesionales, promocionando sus beneficios fisiológicos y psicológicos.
Mansfield es una terapeuta calificada desde hace diez años. Pero si antes se dedicaba a dar masajes holísticos a sus pacientes, hoy prefiere simplemente estrecharlos entre sus brazos.
La doctora dice que los abrazos liberan oxitocina: una hormona para sentirse bien, que ayuda a crear una sensación de felicidad.