Borinquen devastado

Borinquen devastado

Borinquen devastado

En poco más de dos semanas la isla de Puerto Rico ha sido golpeada por dos poderosos huracanes que han dejado una profunda huella de destrucción a su paso.

Aun sin recuperarse de los daños provocados por “Irma”, un ciclón categoría 5, le toca sufrir un impacto directo del huracán María, que penetró a esa isla con vientos de unos 250 kilómetros por hora (más potentes que los del hucarán David).

Puerto Rico ha quedado convertida en una verdadera zona de desastre, como lo describiera su gobernador Ricardo Roselló, y recuperarse le costará grandes sacrificios.

Junto con los puertorriqueños, una nutrida colonia de dominicanos ha sufrido también el impacto catastrófico del huracán María.

Desde ayer, también parte del territorio dominicano y sus habitantes sienten los efectos de ese poderoso fenómeno atmosférico, lo cual requiere nuestra atención, pero resulta inevitable mantener las miradas en la destrozada Borinquen.

La solidaridad va más allá de ayudas materiales, las cuales se deben suministrar al que la necesita con urgencia. En el caso de los puertorriqueños es importante hacerles sentir nuestra compañía y la disposición del pueblo dominicano de estar a su lado en este momento de dolor.



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