Seguridad en el Futuro y Bienestar en el Presente. Con este lema corporativo se reafirma la responsabilidad supervisora que ejecuta la Superintendencia de Pensiones (Sipen, a la vez fomentando, dentro de sus posibilidades y marco legal, el que los fondos de pensiones puedan proporcionar un mayor bienestar a su millón y medio de contribuyentes.
Desde los mismos inicios de la Superintendencia, sus autoridades han venido dando charlas, publicando artículos en su boletín, propugnando en foros públicos y expresado reiterativamente por su Superintendente, el que los fondos de pensiones se puedan invertir en Bonos de Infraestructura, los cuales son títulos de deuda emitidos por una empresa pública o privada, con el objetivo de financiar la construcción y operación de proyectos de infraestructura de interés público debidamente concesionados.
El elemento más importante para el desarrollo de los Bonos de Infraestructura es el proceso de concesión de la obra por parte del Estado.
El mismo debe ser realizado bajo una apropiada estructura legal, de modo que brinde la seguridad jurídica que requieren las empresas concesionarias y los inversionistas que financien las obras de infraestructura, entre estos, los fondos de pensiones.
Bajo la modalidad de concesiones de obras de infraestructura pública, empresas beneficiarias de una concesión realizan la construcción del proyecto, financiándolo con recursos de la empresa misma o de terceros.
Una vez construida la obra, la empresa asume la administración de la misma por un plazo determinado, durante el cual cobra una tarifa a quienes hagan uso de este bien público, lo que se constituirá en el flujo para cubrir las obligaciones.
Tal y como se viene propugnando desde la Sipen hace años, pronto pudiéramos ver en el mercado financiero nacional valores titularizados de flujos de pagos y derechos sobre flujos futuros producidos por servicios públicos de los sectores energía, comunicaciones, saneamiento y transporte.
