Bancos centrales lejos de regreso a independencia

Bancos centrales lejos de regreso a independencia

Bancos centrales lejos de regreso a independencia

Bloomberg News.-Los bancos centrales están creando nuevas expectativas para la política monetaria que podrían ser difíciles de revertir conforme se internan cada vez más en el terreno de la política fiscal.

Para salvar a sus economías de las crisis de deuda o la lentitud de crecimiento, el Banco de Japón se unirá al nuevo gobierno para tratar de elevar la inflación al 2 por ciento para 2015, y el Banco Central Europeo está dispuesto a comprar bonos de los países en problemas.

El Banco de Inglaterra ahora tiene margen para pasar por alto las presiones de precios y analiza con los políticos cómo flexibilizar aún más el crédito, mientras que la Reserva Federal otorgó más de US$1 billón en créditos sin precedentes a una sola industria: la construcción de viviendas.

La defensa del activismo es que las autoridades monetarias deben proteger sus metas de inflación de la posibilidad de una desinflación al estilo japonés si los gobiernos no fomentan la demanda.

El riesgo es que se queden haciendo el trabajo de esos gobiernos, o incluso financiándolos, sentando precedentes que quizá se vean presionados a prolongar o repetir en el futuro.

“Los bancos centrales tienen que ser muy cuidadosos con lo que hacen”, dijo Axel Weber, presidente de UBS AG, en Bloomberg Television el 27 de marzo. “Existe la dificultad de que su independencia pueda verse debilitada por acercarse a la política fiscal y la política en general”.

Weber renunció a su cargo de presidente del Bundesbank en 2011 en parte por oponerse a la compra de activos soberanos por parte del BCE.

El papel de los bancos centrales estará en primer plano en Washington esta semana cuando los funcionarios se encuentren para las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional.

Mantener la independencia es clave para controlar las expectativas de inflación, declaró el 9 de abril el FMI, y en un informe del 11 de abril instó a las autoridades a estar atentas a los efectos colaterales negativos de lo que calificó de “intervención sin precedentes”.

“Los bancos centrales ahora están haciendo algo que si hace diez o quince años uno hubiese preguntado si era lo que correspondía, la gente habría contestado enfáticamente que no”, aseguró Alistair Darling, ministro de economía del Reino Unido de 2007 a 2010. “Ya no tienen como objetivo la inflación sino el crecimiento”.

El cambio se aceleró desde que estalló la crisis financiera mundial en 2008 y marca un rechazo a la ortodoxia monetaria rígida que hacía de la baja inflación el objetivo primordial de los bancos centrales.

En el Reino Unido, Japón, países de la zona euro como Francia y España, y al menos entre los demócratas de los Estados Unidos, los políticos buscan que los bancos centrales asuman más responsabilidad por la salud de la economía porque la política fiscal se ve limitada.

“Son los políticos que abdicaron de su responsabilidad de resolver toda una serie de problemas fiscales y de regulación los que ponen a los bancos centrales en esta situación”, señaló Michael Hanson, economista estadounidense sénior de Bank of America Merrill Lynch en la ciudad de Nueva York y ex miembro de la Fed.

“Han ido mucho más allá del papel que la gente creía que tenían”, dijo.



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