En el país pasamos por una de las peores temporadas de calor. A esto se suma la sequía que amenaza con un extenso y enojoso periodo de racionalización del agua potable y de uso doméstico.
El cuadro empeora con la denuncia y las protestas que llegan desde el interior por la tala indiscriminada de árboles. Hace poco Constanza se sumó a las voces y protestas que advierten sobre el crimen contra el medio ambiente.
Todo indica que hay una tala de árboles a gran escala. Los ciudadanos de Constanza hablan de una destrucción altísima de las principales especies de pino.
Acción que se produce, de acuerdo a la denuncia, bajo el amparo de cuestionados permisos de las autoridades de Medio Ambiente.
Se trata de una práctica depredadora hecha ante los ojos de la comunidad, que hace la denuncia y protesta.
Los efectos colaterales se vuelven no solo contra esa comunidad, sino también contra todo el territorio nacional, afecta el cauce de los ríos y la producción de agua que llega a las comunidades que se nutren de ella.
Esperemos que haya una reacción oportuna de las autoridades de Medio Ambiente y explique lo que acontece con la tala de pinos de Constanza, antes de que sea muy tarde.