Arreglen esa carretera o ciérrenla

Arreglen esa carretera o ciérrenla

Arreglen esa carretera o ciérrenla

Rafael Chaljub Mejìa

Hace dos meses viajaba por la carretera del nordeste, y en el cruce de Majagual, inesperadamente mi vehículo giró sobre sí mismo, empezó a dar vueltas en redondo, hasta que al salir al paseo, las gomas recuperaron el agarre y se detuvo con el frente hacia Santo Domingo.

Dice el librito que cuando eso sucede no se debe frenar. Iba a velocidad muy moderada y es posible que esa circunstancia me salvara, más el hecho afortunado de que no venían vehículos en ningún sentido.

Pero no tuve tiempo de recordar el librito, ni estoy seguro si frené o no frené, tampoco tuve tiempo de asustarme y no fue sino cuando ya todo había pasado y nos pusimos de nuevo en marcha hacia Nagua cuando le dije a Dulce y a mi sobrina Nay que nos acompañaba, que iba a parquearme a la derecha en el paseo para que nos asustáramos y comentáramos el suceso.

Hace menos de un mes, viajábamos Dulce y yo de nuevo a Nagua y en el mismo tramo, nos estremeció el ver una yipeta que se acababa de volcar y de la cual sacaban a un niño, afortunadamente ileso pero aterrorizado. La causa del vuelco, la misma, el vehículo resbaló, se fue a la cuneta y ahí quedó volcado.

Al día siguiente, en el mismo trayecto, la accidentada fue una yipeta que después de descontrolarse, quedó de narices metida en el talud barroso de la vía.

Ya tenía noticias de accidentes parecidos en esa carretera. Me han dicho que el motivo es un vicio de construcción a causa del cual los automóviles tienden a resbalar.

Personalmente soy testigo de lo que he contado en las líneas que anteceden. Todas las carreteras me preocupan. Yo camino mucho, investigando, conociendo, divirtiéndome y para mi esposa y yo la carretera es también una terapia. La del nordeste era una de las preferidas.

Estoy seguro de que las autoridades y los dueños privados de la misma tienen plena constancia de la situación y no creo que haya que esperar alguna gran desgracia para aparecerse anunciando soluciones.

En tanto yo, como cliente y usuario de esa vía, que paga puntual el alto costo de un peaje caro, les pido a ellos en nombre de la vida humana, que la arreglen y si no pueden arreglarla que la cierren.



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