Mientras el Tribunal Supremo de Estados Unidos se prepara para lanzar un fallo que legalizaría las apuestas deportivas afuera de Nevada, se espera que los estadounidenses apuesten alrededor de $4.76 mil millones de dólares en el Super Bowl LII entre los New England Patriots y los Philadelphia Eagles.
Solo el 3 por ciento de la cifra apostada en el Super Bowl tendrá como punto de referencia Nevada, según AGA, que representa a la industria de los casinos en la nación norteamericana.
“Gracias a la prohibición federal de las apuestas deportivas, los estadounidenses están enviando miles de millones de sus dólares a otros corredores de apuestas, operadores de dudosa procedencia y otras empresas criminales”.