Cada uno de los 446 atletas que representaron al país en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Colombia tiene detrás de sí una historia de sacrificios que tuvo que hacer para destacarse en sus respectivas disciplinas.

Han tenido que hacer muchos sacrificios y vencer dificultades para colocarse en la élite del deporte dominicano y mucho más para alcanzar alguna presea en ese tipo de eventos.

Le concedieron al país 107 medallas y mucha satisfacción por ver el esfuerzo que realizaban para que la bandera dominicana ondeara en la sede de ese evento deportivo regional.

El dominicano, tan apasionado como es, se une en buenos deseos cuando nuestros deportistas nos están representando en eventos internacionales.

Resulta más fácil promover ese sentimiento cuando ya se ha conocido y eso nos lo facilitan nuestros atletas.
Han retornado a su tierra a celebrar con los demás dominicanos su exitosa participación y a compartir ese entusiasmo con el que mostraban sus uniformes adornados con la bandera nacional.

Tenemos muchos motivos para sentirnos orgullosos de nuestros atletas, aprender de sus historias y corresponder al esfuerzo que realizan cotidianamente.