No hay entre los acontecimientos que dieron origen a la República Dominicana uno tan luminoso y trascendente en el tiempo como la promulgación de la primera Constitución de la República, hecho que ocurrió hace 170 años.

Independientemente de que los actos conmemorativos se realicen en San Cristóbal, territorio que la vio nacer, el país completo tiene el gran compromiso de conmemorar la creación de la Carta Magna, un día como hoy, 6 de noviembre de 1844.

Se trata de un amasijo de leyes vivas, que apunta hacia el sostenimiento y el desarrollo de nuestra democracia, al mismo tiempo que constituye la garantía más idónea para la defensa y fortalecimiento de las libertades fundamentales de los dominicanos.

El hecho de que hoy conmemoremos esta gran efeméride significa que hemos avanzado en paz, con sosiego social y, sobre todo, por un camino correcto y promisorio. Se trata de una de las victorias jurídicas y sociales más sólida con que contamos.

El Estado garantiza, a través de ella, un clima de justicia en el país, sin contaminación. Sin esta Carta Magna, hecha por los visionarios del pasado, no hubiéramos avanzado tanto como lo hemos hecho en materia de derechos y libertades.