Acuerdo de París: panorama actual de las políticas nacionales

Acuerdo de París: panorama actual de las políticas nacionales

Acuerdo de París: panorama actual de las políticas nacionales

Se requieren políticas coherentes en todos los ámbitos para las transformaciones necesarias.

*Por Omar Ramírez Tejada

SANTIAGO, CHILE.-Con el Acuerdo de París, “se ha alcanzado un acuerdo flexible, robusto y universal, es el instrumento jurídico climático y ambiental cuya adopción, firma y ratificación ha roto todos los récords en el multilateralismo, al tomarse menos de un año para entrar en vigor (se adoptó el 12 de diciembre 2015, se firmó el 22 de abril 2016 y se ratificó el 4 de noviembre 2016).

Este es el primer acuerdo que naciones desarrolladas, como países en vías de desarrollo, se comprometen a gestionar la transición hacia una economía baja en carbono en el siglo 21, lo que convierte al Acuerdo de París en el primer consenso político universal para combatir el cambio climático por comprometer a los 195 países del mundo.

El Acuerdo de París tiene tres objetivos: mantener el aumento de temperatura muy por debajo de los 2°C con respecto a los niveles preindustriales.

Omar Ramírez Tejada durante la reunión de expertos en Chile.

Omar Ramírez Tejada durante la reunión de expertos en Chile.

Limitar el aumento a 1.5°C ; aumentar la capacidad de adaptación y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones GEI y elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria de desarrollo resiliente al clima y baja en carbono.

El Acuerdo es jurídicamente vinculante para los países firmantes, las Partes que son países desarrollados deberían seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de las emisiones para el conjunto de la economía.

Las Partes que son países en desarrollo deberían seguir aumentando sus esfuerzos de mitigación, y se las alienta a que, con el tiempo, adopten metas de reducción o limitación de las emisiones para el conjunto de la economía, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales.

Los menos adelantados

Los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo podrán preparar y comunicar estrategias, planes y medidas para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero que reflejen sus circunstancias especiales.

Los beneficios secundarios de mitigación que se deriven de las medidas de adaptación y/o los planes de diversificación económica de las Partes podrán contribuir a los resultados de mitigación en el marco del presente artículo.

Las Partes deberán rendir cuentas de sus contribuciones determinadas a nivel nacional. Al rendir cuentas de las emisiones y la absorción antropógenas correspondientes a sus contribuciones determinadas a nivel nacional, las Partes promoverán la integridad ambiental, la transparencia, la exactitud, la exhaustividad, la comparabilidad y la coherencia y velarán porque se evite el doble cómputo, de conformidad con las orientaciones que apruebe la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo de París.

Todas las Partes deberían esforzarse por formular y comunicar estrategias a largo plazo para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo presente el artículo 2 y tomando en consideración sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus capacidades respectivas, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales.

Reconoce la responsabilidad histórica de los países desarrollados, estos deben proveer apoyo financiero a los países en desarrollo y cuyo financiamiento debe ser balanceado entre acciones de adaptación y mitigación.

La Meta es alcanzar un flujo de $100,000 millones de dólares anuales, como mínimo, a partir de 2020.

A nivel nacional el Estado ha hecho del cambio climático un tema prioritario dentro de la agenda de desarrollo sostenible del país, a través de la integración estratégica de la adaptación al fenómeno dentro de las políticas y de los programas de inversión del sector público (a nivel central y municipal) y también del sector privado.

Esto equivale a tener una Agenda de Transversalidad que debe ser asumida como una política del Gobierno y del Estado dominicano y no solo como una política unisectorial.

Desde 2008, el país ha desarrollado más 22 instrumentos de políticas, estrategias y planes relevantes que articulan las acciones climáticas dentro de la Estrategia Nacional de Desarrollo y planes plurianuales de inversión pública y el presupuesto general de la nación.

A manera de conclusión, para alcanzar las metas climáticas se requiere un cambio estructural y una reingeniería institucional.

Asimismo el cambio debe estar dirigido al más alto nivel de planificación nacional y la coordinación de políticas es fundamental con la empresa, la academia y la sociedad civil.

También hay que fomentar el tránsito hacia patrones sostenibles de producción y de consumo y de gestión de riesgos y que el financiamiento internacional actual es aun insuficiente y necesita ser alineado con las prioridades nacionales de reducción de pobreza para alcanzar el estado de bienestar planteado.

407 Partes por millón.
Son los niveles más altos generados en emisiones de efecto invernadero, producto de las actividades humanas.

8.3 % De emisiones.
Contribuyen los países de América Latina y el Caribe en las emisiones de gases.

Bienes públicos globales en riesgo todos los días

Combustibles. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, expresó que el uso indiscriminado de combustibles fósiles pone en riesgo a bienes públicos globales, como el clima, la salud pública, los océanos y la biodiversidad.

Actualmente, condiciones de la economía global se reflejan en una creciente desigualdad y en un estilo de desarrollo aun basado en el uso de combustibles.

Indicó que las Naciones Unidas y la Cepal trabajan para preservar a las generaciones futuras los acervos económicos, sociales y ambientales, como la única solución para estos desafíos globales, para lo cual se han probado diversos instrumentos.

Uno de estos retos es identificar el rol de las políticas climáticas para generar un impulso que permita el crecimiento económico con igualdad.

 



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