Acciones muy preocupantes

Acciones muy preocupantes

Acciones muy preocupantes

Hay noticias funestas y preocupantes que, lamentablemente, ocupan espacio en los periódicos. En los últimos días la palabra “linchamiento” preocupa a la sociedad dominicana.

Ya que ante la ocurrencia de hechos delictivos, ciertos colectivos de ciudadanos asumen la justicia con sus propias manos y les quitan la vida a presuntos delincuentes.

La reacción de la Policía Nacional no es oportuna, porque ya tenemos varios hechos que desdicen de lo que tiene que ser la aplicación de la vigilancia preventiva y la protección ciudadana.

En consonancia con lo ocurrido, la institución que tiene que velar por la ley y el orden plantea que no tolerará la muerte violenta o el linchamiento de presuntos delincuentes.

En el país no existe la pena de muerte; y nadie está autorizado a aplicarla, independientemente de la gravedad o magnitud del delito.

Las instituciones del Estado, con la tarea de impartir justicia, tienen que trabajar con más eficacia y sentido de oportunidad.

El tiempo para encausar las penas ante los procesos delictivos debe ser, ante todo, más adecuado a las exigencias de justicia que reclama la sociedad.

Debemos ser prudentes ante los conatos de intolerancia que hemos vivido. No podemos perder la sensibilidad ni el respeto por el prójimo.

La vida es el tesoro más grande que puede tener un ser humano. Nadie en el país puede asumir el papel de guardián y actuar por cuenta propia.

Hay que dejar que la Justicia actúe. Una vida que sucumbe en nombre de una falsa acción justiciera es un peldaño de retroceso, un acto ignominioso y sombrío, que nos sumerge en la barbarie y nos llena de vergüenza ante la comunidad internacional.



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