Aaron Hernández tenía lucha con su propia vida

Aaron Hernández tenía lucha con su propia vida

Aaron Hernández tenía lucha con su propia vida

Bristol, Connecticut .-La vida de Aaron Hernández estuvo envuelta de escándalos desde que estaba en la Universidad de Florida.

Siempre enfrentó acusaciones de mal comportamiento, de mala conducta, suspensiones por violar políticas de juego.

Pero su talento lo llevó a ser un jugador estelar en el colegial y ser seleccionado (cuarta ronda) por los New England Patriots en 2010.

Después de un par de temporadas y por el desempeño en el campo, en agosto de 2012, los Patriots le extendieron el contrato por cinco años y 40 millones de dólares, con un bono de 12.5 millones de dólares, el cual era el más alto para una ala cerrada.

Pero después de la temporada de 2012, Hernandez no volvió a pisar un terreno de fútbol americano y sus visitas constantes se trasladaron a las cortes federales.

Su último partido con el jersey número 81 de los Patriots fue en la final de Conferencia contra los Baltimore Ravens.

El exjugador tuvo grandes oportunidades de cambiar su vida, la cual se vio afectada por la muerte de su padre cuando tenía 16 años de edad.

Tuvo lo que muy pocos en los Estados Unidos pudieran tener; recibir una beca por jugar fútbol americano, ganar un título nacional con los Gators y después ser seleccionado por los Patriots.

Llegó a ser el mejor NFL

Hernández llegó a la mejor organización de la NFL en los últimos años, con uno de los mejores quarterbacks en la historia y con uno de los dueños que mejor trata a sus jugadores.

Fue tomado hasta una cuarta ronda debido a los problemas de conducta que había presentado, pero su talento lo debería haber puesto en las primeras rondas. Aún así, Robert Kraft y los Patriots le dieron la oportunidad de formar parte de sus filas.

Un cambio radical

Pero todo cambió en el verano de 2013 cuando fue arrestado. Dos días después, los Patriots lo cortaron y para el 15 de abril de 2015 fue encontrado culpable del homicidio de Odin Lloyd y condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza. Hernández enfrentaba la acusación de un doble homicidio en Boston en 2012, del cual cinco días antes de su muerte fue absuelto.

Sin importar lo que ha hecho y el dolor que haya causado en varias familias, siempre será dolorosa la pérdida de una vida humana. Siempre es trágico saber que una persona ya no está más en este mundo.

Leo muchos de sus comentarios y todos van en dirección de lo material.

“Aaron Hernández lo tenía todo”. Pero ¿qué era lo que tenía? Un contrato que le aseguraba su vida, dinero, casas, fama, autos, NFL, etc… Vivimos en un mundo donde nos medimos por lo que tenemos, nos medimos por cuánto vale la casa, el auto, la ropa que traemos, la fama que tenemos o lo popular que somos.

Pero ¿cómo está nuestra mente, nuestro corazón, nuestro amor y respeto por los demás, nuestros valores, nuestra educación?

Estaba vacío

Todos estos conceptos antes mencionados son los que podemos invertir en nuestras vidas y en las de los demás para que nos rindan intereses a largo plazo.

La vida de Aaron Hernández es un claro ejemplo de alguien que por fuera tenía todo lo que cualquier ser humano quisiera tener, pero que por dentro estaba con un gran vacío en su corazón, con un gran vacío en su mente y en sus valores.

Es una tragedia la forma como termina la vida de un joven de 27 años de edad que pasaría el resto de su vida en una celda.

Pero es mucho más trágico el saber que su vida estaba vacía, aunque las apariencias nos digan que pudo tenerlo todo.



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