A prueba

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La sociedad dominicana está siendo puesta a prueba. Así como hay relojes a prueba de agua, automóviles blindados a prueba de balas, electrodomésticos a prueba de variaciones del voltaje y computadoras a prueba de virus, podríamos aspirar a tener una República Dominicana a prueba de sobresaltos, corrupción e inseguridades.
De hecho, este país está atravesando un momento de prueba, y falta por ver si podremos salir airosos del mismo.
Cada vez son más frecuentes los secuestros, grandes y pequeños, verdaderos o inventados. Cada vez vemos con más naturalidad la ocurrencia de actos bochornosos de gente importante. Cada día aumenta la desconfianza popular frente a todo lo que se anuncia o se promete. Cada vez se rompen más y más los moldes de la ética y la moral, en casi todas las actividades públicas y privadas. Son pruebas y más pruebas difíciles las que debemos superar cada día, cada hora.
¿Seremos capaces de terminar bien este camino? Más nos vale, porque si no, el precio será muy alto, y lo tendremos que pagar no sólo los responsables, sino también los inocentes que no hemos contribuido a crear esta situación. No permitamos que la cosa se ponga más difícil. Si usted es uno de los pocos buenos ciudadanos que quedan, forme filas con sus iguales y hagámosle la vida imposible a los promotores del caos, la trampuliña y la corrupción.



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