A pólvora y machete

A pólvora y machete

A pólvora y machete

Juan Pablo Duarte es el dominicano de gloria más pura, que nacido el 26 de Enero de 1813 le correspondería, apenas un joven de 31 anos, nimbar su cabeza de gloria al hacer realidad la independencia de la patria; incendiando los pechos de los hombres y las mujeres de su tiempo y conspirando secretamente con ellos supo aglutinarlos para lograr la libertad, la identidad de los dominicanos, para más temprano que tarde verse en el destierro a que fuera sometido por la ingratitud de los hombres, muriendo en Venezuela, lejos de la patria amada.

En el mismo siglo XIIX, el 28 de enero de 1853, en la isla grande de Cuba nace José Martí, un cubano de proyección universal, destinado a los laureles y el bronce.

El apóstol y héroe de Cuba rebasó las fronteras de la época en que vivió para convertirse en uno de los más grandes pensadores políticos hispanoamericanos del siglo XIX, su vasta obra incluye poemas epistolarios, artículos periodísticos, escritos y discursos.

El fundador del Partido Revolucionario Cubano desanduvo los caminos de otras patrias, hasta encontrar apoyo a su incansable búsqueda para libertar a Cuba del dominio español.

Hermanando las islas vecinas de Cuba y República Dominicana está la pureza de estos dos antillanos educados y bien formados espiritualmente, hondamente marcados por sus amorosos padres ,que los formaron como jóvenes pensadores y analíticos de su época, y ellos no cejaron en la búsqueda de una nación para los suyos.

Fueron hombres de la era de acuario, que soñaron y trabajaron con absoluta pasión hasta lograr, cada uno en su tierra, hacer realidad el sueño de una patria, libre y soberana.

En medio de estos tiempos de clones presurosos, hambrientos e individualistas, consumo alienante y ruidoso exhibicionismo, hagamos un alto en Duarte y en Martí y sirvan sus vidas para el ejemplo y la sagrada aspiración de ser como ellos.



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