A la atención de la ADP

A la atención de la ADP

A la atención de la ADP

Rafael Chaljub Mejìa

Aunque parezca necedad, vuelvo al centenario de la ocupación militar yanki de 1916. Ahora para sugerirle a la Asociación Dominicana de Profesores –ADP- que no deje pasar el año sin rendir tributo al papel que jugaron muchos hombres y mujeres del magisterio en la resistencia patriótica y por la reconquista de la soberanía ultrajada por las botas invasoras.

Apelo a la conciencia de la directiva de la ADP, en especial a los hombres y mujeres de la Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte, para que propicien el que en las aulas se dedique el tiempo y el esfuerzo necesarios para elevar la dominicanidad de educadores y educandos.

Entre muchas cosas más, la ADP tiene a la mano los nombres y las hazañas de mujeres como Luisa Ozema Pellerano y Ercilia Pepín, de Rosa Smester, Mercedes Laura Aguiar y Petronila Gómez, para citar solo algunas de las más conocidas.

A profesores que, como Fidel Ferrer, para citar solo uno, tomaron las armas de la resistencia y abonaron con su sangre el árbol de la dignidad nacional. La ADP puede recordar el ejemplo de aquellas maestras que aún después de la ocupación siguieron impartiendo clases y nunca fueron a retirar sus salarios a la tesorería del gobierno invasor.

Me informa alguien con mucho más ilustración que yo, que hace años a un grupo de ellas se les hizo un reconocimiento público.

Entonces no es difícil rastrear sus nombres, renovarles los tributos de que se hicieron dignas y propagar su ejemplo. Pero esas cosas no se hacen solas, tiene que haber una voluntad consciente y decidida de hacerlas.

Una clara conciencia del significado fundamental que tienen. No solo de lucha por aumento salarial se nutrirá el
magisterio. Que me perdone la ADP, pero la responsabilidad de una entidad como esa va mucho más allá que las reivindicaciones materiales y el logro de posiciones en la directiva.

La visión economicista lleva al error de ignorar un centenario como el que nos ocupa y echar en saco roto el valor de la página que escribió el magisterio cuando hace cien años, la nación demandó salir en su defensa.

Y es ignorar que hoy la nación está también amenazada, al embate de teorías como el neoliberalismo y una globalización mal entendida, y en la brega por preservarla los buenos precedentes históricos son importantes referencias y fuentes de inspiración.



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