Ocho pautas para lograr una vida saludable y prolongada

Ocho pautas para lograr una vida saludable y prolongada

Ocho pautas para lograr una vida saludable y prolongada

Pauta n.º 2

Mantenga sus relaciones

La importancia vital del contacto humano fue observada hace mucho tiempo en los recién nacidos. Simplemente, un niño necesita ser tocado para sentirse seguro.

En ausencia del contacto amoroso el niño presenta un síndrome denominado “falla de desarrollo”, en el cual su crecimiento es lento, sus niveles de estrés crecen desproporcionadamente y como adultos son más propensos a tener problemas sociales.

En los adultos es lo mismo. Para tener éxito en la vida, nos beneficiamos de las cercanías, ya sea que lo llamemos amor, amistad o empatía.

Estas conexiones pueden añadir riqueza a nuestras vidas. Para ser más específicos: durante los pasados 15-20 años se han publicado numerosos estudios donde se ha encontrado que las personas que están felizmente casadas tienen menos posibilidad de sufrir enfermedad cardíaca que aquellos que son infelices o que son divorciados o viudos, y eso es igual para ambos sexos.

Lo importante es tener cerca una persona querida, ya sea su pareja, un hijo, un hermano, un amigo íntimo un compañero de trabajo e inclusive un buen vecino.

En la medida que maduramos, una capacidad esencial que desarrollamos es la forma natural de dar y tomar de la amistad. A medida que las demandas en nuestra vida disminuyen con los años, nuestra necesidad de otros con quien compartir nuestros sentimientos, secretos, y creencias se incrementa.

Es una realidad práctica y emocional que la mayoría de nosotros funciona mejor si tenemos un amigo en quien confiar. Investigadores han encontrado que la felicidad es mayor en aquellos que tienen muchos amigos que en los que no tienen problemas económicos pero no tienen a nadie, es decir, la amistad no tiene precio y su importancia aumenta con el paso de los años.

La familia es otra parte importante de nuestra vida. Puede existir gran gozo en las relaciones familiares, pero nada es automático. Debemos estar preparados para extender nuestras manos y dejarle saber a nuestros hijos, nietos y otros miembros de la familia, que las puertas están abiertas.

Muchas veces cuando nuestros hijos se hacen adultos y se embarcan en su propia vida, nuestras relaciones con ellos experimentan cambios.

Ellos necesitan independencia y debemos respetarlo pero, a medida que pasan los años, podemos ver que muchos son felices de renovar esa relación especial padre-hijo y si usted no nota que eso se produce, vaya lentamente redefiniendo una relación nueva de amistad que debe ser cultivada.

Tratemos de ver las cosas desde su perspectiva. Preguntémosles acerca de sus vidas y preocupaciones. Haga una nota de estas y pregúnteles luego qué pasó con las mismas, porque si estamos genuinamente preocupados por ellos, ellos estarán más probablemente interesados en nosotros.

Con los nietos, busquemos actividades en común, puede ser un deporte o un juego electrónico o aun una película que puedan disfrutar.

El cuidado que le demos a un niño tiene una llave especial en la forma como consideramos a las personas que amamos, ya sean familiares o amigos.

Manifestar cariño e invertir tiempo puede reforzar estas conexiones.
Finalmente, hágase las siguientes preguntas:

• ¿Cuándo fue la última vez que abrazó a alguien por afecto y no por convencionalismo?
• La última vez que usted sintió el deseo de conversar con un amigo o familiar que no había visto en años, ¿usted actuó para encontrarlo?

• ¿Qué tiempo hace que usted pidió disculpas por herir los sentimientos de alguien, aunque no haya sido a propósito?

• ¿Está usted envuelto en una relación en la que comparte intimidad sexual satisfactoria?
• ¿Es el dar y recibir afecto una parte normal en su vida?

El hálito vital envuelve contacto regular y significativo con familiares, amigos y otros.

*Por Rosy Pereyra Ariza



Etiquetas