Las enfermedades del corazón son un problema de salud no sólo en República Dominicana, sino a nivel global, debido a la cantidad de muertes y discapacitados que causan cada año.

En el país se estima que sólo los infartos al miocardio tienen una incidencia de 10 a 15 mil nuevos eventos anuales y cifras de muertes estimadas en 6 mil al año.

Junto a otros males cardiovasculares, los infartos son la causa principal e muerte en todo el mundo, pero el riesgo de sufrir un evento de salud de ese tipo se puede disminuir en el transcurso de la vida con una serie de acciones relacionadas a estilos de vida saludables.

El cardiólogo César Herrera, director del Cedimat Centro Cardiovascular, asegura que para prevenir problemas cardiovasculares los cinco hábitos más reconocidos son alimentación saludable, actividad física rutinaria, evitar tóxicos, controlar el estrés y acudir a consultas médicas preventivas.

Sobre la alimentación, el especialista en cardiología no invasiva recomienda dieta rica en fibras, vegetales y frutas, así como control de grasas y carbohidratos, los mismos que se encuentran cotidianamente en la dieta de los dominicanos. Indica que una dieta sana significa balancear la ingesta de los tres componentes nutricionales fundamentales de la dieta humana que son los carbohidratos, proteínas y grasas.

El doctor Herrera puntualiza que esos componentes nutricionales son importantes en la dieta, pero aconseja no consumirlos en exceso.

Producen obesidad

Comenta que el exceso de grasas y de carbohidratos son componentes comunes en la dieta dominicana, pero pueden producir obesidad, hipertensión, así como trastornos que pueden predisponer a enfermedad cardíaca o son directamente la causa.

El cardiólogo indica que muchas veces la alimentación saludable se puede poner en peligro por el costo que significa el consumo de alimentos integrales y otros de alto costo para el presupuesto de los dominicanos.

Sin embargo, el director del Cedimat Centro Cardiovascular señala que vale la pena dedicar presupuestos domésticos a prevenir infartos y otros males cardiovasculares que en el futuro podrían acarrear importantes gastos en pacientes y familiares.

Dice que el l segundo hábito es evitar el sedentarismo físico, que es la carencia de ejercicio físico en la vida cotidiana de una persona, lo que por lo general pone al organismo humano en una situación vulnerable ante enfermedades, especialmente cardíacas.

Para llevar una vida activa, la sola forma de actividad física de forma regular puede ser importante para evitar muerte o enfermedad.

Además, están los ‘gym’ y otros espacios para ejercitarse, hoy en día es más fácil que antes y hay más educación sobre el tema.

El corazón se beneficia con una actividad física regular y consistente y no de cambios bruscos, que presupone pasar de no hacer ningún ejercicio físico por varios meses a intensas sesiones de pesas, carreras u otros extremos.

El tiempo ideal para invertir en actividad física es de 30 a 40 minutos diarios, cinco días por semana. El tercer hábito es evitar los tóxicos cardiovasculares como el tabaquismo.